SUSPENSION DEL BIENVENIDA- HERNANDO DE SOTO

Ser policía local y entrenador a la vez puede provocar situaciones inéditas. Es lo que le pasó a Juan Carlos Rodríguez el pasado domingo, cuando el Bienvenida se enfrentó al Hernando de Soto de Barcarrota. El partido fue suspendido por el árbitro en el minuto 65 por un trifulca general en la que Rodríguez pasó a ejercer de técnico a municipal para acabar con la bronca. El problema se generó cuando dos futbolistas, uno de cada equipo, se agredieron y fueron expulsados. Camino de vestuarios, el jaleo se agrandó porque intervinieron miembros del banquillo barcarroteño y un familiar del jugador local expulsado saltó al campo. Llovieron manotazos y conatos de agresiones. Juan Carlos se acercó al banquillo para separar a jugadores de los dos equipos. Pero el asunto se calentó de tal forma que tuvo que identificarse como policía local ante los forasteros para que bajara la crispación. «Siento vergüenza de lo ocurrido. Desde que estoy aquí he trabajando para que ningún jugador nuestro intervenga en estas cosas. Y se había logrado en gran medida porque esto es fútbol, no boxeo. Si sigo de entrenador, nuestro jugador no estará en el equipo la próxima temporada», agrega.